Nevera a bordo

Disponer de una nevera a bordo de tu embarcación supone muchas ventajas. Poder navegar con tus bebidas frías, y contar con algún espacio para guardar algunos alimentos es de gran ayuda si tus paseos se prolongan un poco. 

La  tecnología actual ofrece grandes posibilidades más allá de las neveras portátiles como cajas aislantes cargadas con cubitos de hielo. A pesar de que este sistema sigue  vigente, la tecnología ha evolucionado  y hoy se nos ofrecen  modelos con sofisticados sistemas de refrigeración alternativos.

Como cada año avanza la tecnología y hay mucha oferta,  en un primer momento podemos no tener claro qué es lo que realmente necesitamos. Por eso es  importante tener en cuenta algunas cosas a la hora de  elegir nuestra nevera a bordo. Vamos a ello!

El tipo de navegación que realicemos

El tipo de navegación que realizamos habitualmente marcará el tipo de nevera o refrigerador que deberíamos instalar a bordo. No es lo mismo salir a navegar un par de horas para bañarse, bucear o pescar que  realizar una travesía de varios días donde se vive a bordo. 

Quizás tu embarcación es para turistas que solo darán un paseo de unas cuantas horas al día. Es decir sin pernoctar o permanecer en la embarcación, parecido a lo que decíamos en el párrafo anterior. Ahora, si  haces travesías más largas ya requerirás de otro tipo de nevera a bordo.

Este nos lleva a considerar el aspecto siguiente:

El tipo de embarcación cuenta para elegir la nevera a bordo

Son muchos los tipos de embarcaciones que existen y considerar algunos aspectos es importante. Por ejemplo,  si nuestro barco es de vela  o motor, grande o pequeño.

Debemos considerar el espacio, el tipo de movimiento de la embarcación  y por supuesto la producción de electricidad con la que contaremos a bordo: si es  de forma constante (a motor) o esporádica (vela).

No es lo mismo poder conectar la nevera a un enchufe en un barco a motor que está produciendo electricidad de forma constante y recargando sus baterías, que a un velero que en travesía navega a vela y pondrá el motor en marcha un par de horas para cargar las baterías. La fuente energética de la que la nevera debe nutrirse debe estar clara y resuelta desde un principio.

Las horas de funcionamiento dependerán del tipo del barco y del tipo de navegación que realicemos. Cuanto más frío queramos, más energía eléctrica necesitaremos, más carga de baterías con el motor o generador, más ruido etc.

Se trata de alcanzar una temperatura razonable en su interior y mantenerla el mayor tiempo posible, con un buen aislante y un buen termostato que mantenga las condiciones bajo control. Debemos aprovechar las estancias en puerto para enchufar y cargar frío de forma fácil sin consumir baterías, antes de una salida o al regreso de la misma.

Sistemas de refrigeración

A la hora de elegir y viendo las consideraciones anteriores tendremos en cuenta los  diferentes tipos de sistemas de refrigeración.

Los principales sistemas de  tecnología son los  de absorción, sistemas termoeléctricos y tecnologías de compresor.

Cada forma de producir frío tendrá sus ventajas e inconvenientes que incluso pueden hacerlos incompatibles con la utilización náutica. Por eso debemos pensar bien en el tipo de nevera ideal con el fin de hacer una buena elección.

A la hora de elegir el sistema de neveras de tu embarcación es importante contar con buena asesoría. Nosotros somos especialistas en todo tipo de equipamiento de hostelería y podemos asesorarte. Contáctanos!